El magistrado dicta una cautelar a raíz de las amenazas de esta familia a vecinos de la urbanización Molí de la Torre de Cambrils
Esta noticia es por lo menos curiosa y al mismo tiempo muy grave
Que ocupen tu casa, es grave y es un verdadero calvario para quien lo sufre. Pero si además tienes amenazas de muerte, de que quemarán esto o aquello, es que es delirante
No me atrevo a utilizar otros adjetivos porque igual me denuncian por malos tratos verbales
La casa okupada se encuentra en la parte interior de esta promoción de viviendas de la calle Artur Martorell, en Molí de la Torre
Tras cortar la luz y el agua han puesto una puerta blindada en el almacén de los contadores El titular de la propiedad presentó denuncia a los Mossos por esta ocupación ilegal
El magistrado del Juzgado número 3 de Reus, Diego Álvarez, decretó ayer a primera hora de la tarde medidas cautelares contra una familia de okupas que llevaban viviendo aproximadamente una semana en una de las casas vacías de la calle Artur Martorell, en la urbanización Molí de la Torre de Cambrils.
La medida cautelar consiste en que la familia de okupas no puede acercarse a un mínimo de 300 metros de la casa donde habitaban estos últimos días. La orden judicial viene avalada por la denuncia de una decena de vecinos de esta comunidad de propietarios que han sufrido, según explican en las denuncias policiales, vejaciones, insultos y amenazas por parte de estos inquilinos ilegales.
La familia de okupas habría entrado en esta casa particular el fin de semana del 8 y 9 de este mes y los vecinos se percataron de que alguien había ocupado una casa «al ver luz cuando sabíamos que el contador estaba precintado desde hacía un tiempo», explican manteniendo el anonimato tras las amenazas recibidas.
La casa de esta urbanización cambrilense todavía tiene un propietario, aunque por razones que no vienen al caso podría caer en manos del banco en las próximas semanas. Precisamente, el todavía titular de la vivienda presentó ante los Mossos d’Esquadra una denuncia sobre la okupación de su propiedad, han explicado los afectados.
Tras acceder a la vivienda, los okupas entraron en el almacén de la comunidad de propietarios donde están los contadores de agua y de luz. Reactivaron ambos servicios para su vivienda cortando el precinto existente.
Los vecinos, al percatarse de este fraude, solicitaron a Endesa y Comaigua, empresas suministradoras, que volvieran a precintar ambos contadores. Además, la comunidad acordó en junta comprar una puerta blindada especial «para evitar que alguien ajeno entrara y usara fraudulentamente estos servicios. La puerta es única en el mercado», explican los vecinos.
La colocación de la puerta metálica, tras cortar la luz y el agua de la casa okupada, enfadó a la familia afectada, que empezó a insultar y amenazar a todos los vecinos que se encontraban a su paso. Hay amenazas de muerte, de quemar la propiedad, de insinuar que los amigos de lo ajeno son muchos y que la puerta blindada no les frenará. Se asegura que han fotografiado hasta los vehículos de los vecinos.
La reacción violenta de estos okupas está preocupando tanto a la comunidad de vecinos como al resto de la urbanización de Molí de la Torre. Ante la situación de tensión, insostenible para los vecinos, se llamó a la Policía Local el viernes para denunciar las amenazas y agresiones verbales. Los agentes se personaron para calmar los ánimos, pero sólo con su presencia parecía que volvía la cordura temporal. Una decena de amenazados presentaron la correspondiente denuncia en la comisaría cambrilense y las diligencias llegaron a los Juzgados de Reus, donde se citó a todas las partes ayer.
Mientras que denunciantes y testigos se personaban ante el magistrado Diego Álvarez a media mañana de ayer, nadie de los denunciados comparecía a la hora fijada. De hecho, la Policía Local sólo localizó a uno de los vecinos ‘ilegales’ en los días anteriores a la vista y este okupa sí llegó a los juzgados, aunque horas más tarde de lo fijado.
Ante la situación, el juez decidió dictar una medida cautelar –el juicio quedó suspendido– ante la gravedad de los hechos que se presentaron e impedir que todos los denunciados se acerquen a esta propiedad de la calle Artur Martorell a un mínimo de 300 metros.
Al parecer, según ha sabido el Diari, algunos okupas se personaron a última hora de la mañana en los juzgados y se les entregó por una parte la citación que no tenían y por otra la medida cautelar. La decisión significa que la casa debe permanecer vacía, aunque hay temor por parte de los vecinos de que la orden se incumpla y ante el clima de tensión existente la situación empeore en las próximas horas.
La gravedad de las amenazas recibidas –hay documentos concluyentes en este sentido– ha motivado a algunos de los propietarios de esta comunidad de Molí de la Torre a marcharse el fin de semana con el fin de no cruzarse con esta familia y evitar un encuentro que podría terminar en un enfrentamiento.